Ladrar es, probablemente, el comportamiento peor tolerado, especialmente en las áreas urbanas. Algunas razas son más propensas a ladrar que otras. Los Terriers, por ejemplo, ladran ante la menor provocación; mientras que el Husky siberiano raramente ladra y el Basenji sólo aúlla.
Ladrar es un medio de comunicación natural entre los caninos. Sin embargo, el que un perro ladre excesivamente puede convertirse en un grave problema.
Existen variadas y diferentes causas por las que un perro ladra en exceso, por lo que es importante definir la causa exacta. El tono y el modo de ladrar revelan algunas pistas para conocer el motivo. El perro que empieza a ladrar tan pronto como su dueño abandona la casa y sigue con un ladrido monótono durante todo el tiempo que dura la ausencia podría sufrir de ansiedad por separación.
Algunos perros ladran esporádicamente a lo largo del día. Esto suele responder a la presencia de algún estímulo como puede ser los movimientos de los vecinos, la llegada del cartero, pájaros cantando en las proximidades o bien la cercanía de otro perro.
Algunos perros ladran nerviosa y estridentemente cuando sus dueños regresan a casa. Esto sólo representaría un problema si los vecinos se quejaran, puesto que estos ladridos no suelen ser síntoma de ninguna anomalía en la conducta del perro.
Si su perro ladra durante su ausencia y los vecinos se quejan por ello, intente obtener su ayuda para poder corregir el problema. Pídales que anoten las horas en que el perro ladra, así como el tiempo durante el que lo hace.
Si el perro ladra sin cesar hasta que usted regresa a casa. es señal de que sufre un cuadro de ansiedad por separación. Este es un problema grave y será preciso contar con la ayuda de un experto en comportamiento animal. Si el perro ladra cuando llega el cartero, por las entradas y salidas de los vecinos o cuando pasa alguien cerca, coloque juguetes y facilítele una zona de descanso con variados estímulos que puedan concentrar su atención. Antes de dejar solo al perro, asegúrese de haberle proporcionado una intensa sesión de ejercicio o juegos. Si está cansado, es muy posible que se quede relajado o durmiendo durante su ausencia.
Los perros que ladran aunque sus dueños estén en casa necesitan ser adiestrados para que aprendan a estar tranquilos.
Con estos perros, es posible «desensibilizarlos» respecto de estímulos como un timbre o el cartero.
Existen ayudas para el adiestramiento como son los collares que disponen de una solución de citronela que rocía la cara del perro cuando empieza a ladrar. Estos collares pueden ser prácticos con algunos animales.
Para prevenir el problema de los ladridos:
- Adiestre a su cachorro con la orden «tranquilo»
- Exponga a su cachorro o perro a distintos escenarios y sonidos, tantas veces como sea posible y prémielo por su comportamiento tranquilo.
- Cuando su perro o cachorro se muestre muy nervioso o ladre, redirija su comportamiento ordenándole que se siente o tumbe para obtener un premio. Intente que el animal concentre su atención sólo en usted y la golosina que le tiene reservada, de forma que acabe por ignorar el estímulo que motiva el ladrido.
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